Buenos días! Que tal han ido las vacaciones? Mucho sol y playa? Ha caído algún anillo de compromiso y posterior fecha de boda? Ay, esperamos que si!! :) Nosotras hemos aprovechado para cargar, coger aire y traeros las últimas tendencias en bodas, invitadas y novias.
No podíamos estrenar temporada de otra manera que no fuese con BODA! Si nos seguís en Instragram (@yavienelanovia), veréis que hemos estado este verano en bodas muy chulis y hoy os vamos a enseñar una de ellas: Ana y Nacho se casaron el 24 el de Junio en Madrid, en la finca Villasolita. Ana iba preciosa con un vestido de Lamarye y corona de flores de lululasalshop. Eligieron a Decuatro Catering, un catering de Madrid con un rollo moderno, súper chulo!
Esta vez es el novio el que se ha animado a contarnos como vivió la boda, ya está bien de que parezca que las novias se casan solas! No os parece genial?
Esta vez es el novio el que se ha animado a contarnos como vivió la boda, ya está bien de que parezca que las novias se casan solas! No os parece genial?
"Siempre he pensado que
era un tópico, y algo cursi, decir que el día de tu boda es el día
más feliz de tu vida. Pero ahora que lo he vivido, de verdad que
tengo mis dudas. Mi boda fue única (con el debido respeto). Os diré
algunas razones de por qué."
"Lo primero que cerramos
fue una fecha inamovible: la noche de San Juan, la más corta del
año. Paradójicamente, pese a casarnos por la iglesia, fue lo último
que cerramos. Antes habíamos elegido una finca bien rústica
(incluso hasta cutre cuando no hay ningún evento), optando por un
catering moderno y atrevido, con un formato que cada vez se estila
más tipo cóctel. Tuvimos la suerte de poder elegir ambas cosas de
forma independiente una de la otra. Los fotógrafos, encantadores y
jóvenes que me hicieron pasar momentos muy divertidos, como las
fotos en calzoncillos con mis hermanos. Hasta aquí, las rarezas de
las piezas más típicas de una boda, las cuales, en general salieron
bien, aunque algún detalle es imposible que no se te escape."
"En fin, ¡menudo evento!, ¡qué bien me lo pasé! Durante un día experimenté una sensación casi indescriptible. Hasta lo echo de menos. Rodeado de tus seres queridos, allí reunidos solo porque yo estaba allí y, por supuesto, compartiéndolo con la mujer de mi vida. Y de verdad, la gente que me conoce sabe que no tengo afán de protagonismo. Solo me quedan dos cosas que deciros. La primera de ellas es el siguiente consejo: id mentalizados de vivir cada uno de los momentos al máximo, saborearlos, mirar a la gente a los ojos y forzar un poco la memoria, aunque sea la fotográfica ya que se trata de un día único. Y en segundo lugar confesaros que me va a costar volver a asistir a una boda si yo no soy el novio..."
"Llegada la fecha fue un día de lo más intenso. Lleno de emociones, sobre todo alegrías, pero algún que otro sustillo con la preparación (nunca debe de faltar un pico de adrenalina). Cuando llegaron las ocho menos cuarto, en la puerta de la iglesia experimenté el momento más raro; yo, rodeado de nuestra gente, pero a la vez solo, se me iban pasando los incipientes nervios tan pronto como volvían. Pero en el fondo estaba bien, contento. Y de pronto llego Ella... y todo pasó volando. ¡Magia! Ya eran las cinco y media de la madrugada. Es verdad que cuando el tiempo se te ha pasado rápido es que lo has disfrutado."
"Ahora quiero resaltar algunas de las cosas más creativas. Dentro de mi indumentaria, tengo que destacar el chaleco que me mandé hacer en La casa del chaqué (por un precio más que bueno), con la colaboración de mi madre que me ayudo a encontrar la tela. Tiene un gran significado para mí. Para obsequiar a los invitados, mi hermano y yo hicimos cerveza artesana, ya que desde el día que mi mujer me regalara un kit de cervecero, me creo que soy “Panoramix”. Nos inventamos tres recetitas, compramos los ingredientes y recolectamos botellas usadas de bares, y en unos tres meses en total hicimos la cerveza, la embotellamos y la etiquetamos con el sello de nuestra boda. Para el día de la boda lo colocamos en un rinconcito cervecero. Las invitaciones las hizo la novia de mi hermano que es diseñadora, pero las empaquetamos nosotros, con una dedicatoria personalizada para cada invitado. Dejamos para el último mes el famoso photocall. Para hacerlo compramos la madera en Leroy Merlin y con clavitos y lanas de colores nos curramos una estructura de madera de lo más original. El rincón de firmas también lo montamos con nuestras manitas y con un poco de naturaleza porque aprovechamos las ramas de un sauce llorón que había en la finca."
¿Que os ha parecido? Está claro que fue un fiestón! No creéis que a Nacho hay que quererlo? Estamos seguros que Ana (amiga íntima de S.) no podía haber encontrado nadie mejor para compartir su vida. Son tal para cual: igual de optimistas, igual de honestos, igual de fieles a su gente. Una pareja 10 y eso pudimos vivirlo en la boda! !
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Fue un día increible!! gracias por formar parte de el y por querer que forme parte de este proyecto!!!
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